Para entonces, siendo una niña, mi pasatiempo favorito era tomar hojas canson, lápices, témperas y llenar las hojas de formas y colores.
Fue cuando mis padres decidieron inscribirme en un taller de dibujo y pintura para que canalizara toda mi energía.
Desde entonces nunca me aparté de la creación, siendo diversas las disciplinas en las que incursioné para desarrollarla y enriquecerla.
Crear es mi motivación, mi goce, mi pasión y mi motor para seguir adelante.
Siempre digo que soy en gran parte autodidacta, porque pece a contar con una escuela de diseño de la que enorgullezco, mi obra -en general- es producto del descubrir, experimentar, errar, aprender y volver a intentar.
Me sumergí en el mundo del Diseño Textil y del Vestuario; del Diseño Gráfico, la Escenografía, la Decoración de Ambientes y de Vitrinas.
Me inserté en mundo de las Artesanías, las Manualidades y la Orfebrería.
Experimenté con materiales, con técnicas, con soportes.
Me encanté con distintos estilos y tendencias.
Observé la obra de reconocidos maestros del arte y desconocidos artesanos de la vida.
Estuve aquí, estuve allá, me fui, volví y poco a poco fui descubriendo en que suelos, mis pies, sentían el goce al andar.
Hoy ellos me conducen por tres caminos que me sorprenden y encantan a cada paso:
- El del "Arte Conciente", donde conocimientos ancestrales, patrones geométricos, energía vital y evolución espiritual se conjugan para dar origen a suelos fértiles que nutren y regeneran, que armonizan y sanan, que gestan cientos de maravillosos espacios mágicos donde nuestra conciencia despierta y nuestra energía fluye en sincronía con el Universo.
- El del "Arte Abstracto", espontáneo, intrigante, en ocaciones escarpado...para algunos cuestionable para otros sorprendente, donde la abstracción lírica y geométrica se alternan, donde múltiples técnicas, soportes, colores y texturas danzan al unísono cual fiesta de máscaras, donde la gracia está en el descubrir que es lo que hay mas allá…
- Y el del "Arte Ingenuo" fresco, dulce y llano, donde trazos y colores, figuras y formas, relieves y texturas, materialidades y volúmenes se hacen presentes para crear pequeñas escenas de historias fantásticas que se construyen en la mente de cada niño espectador.
Esos son los caminos que voy haciendo al andar... esas son las sendas por donde brincan mis pies y vuela mi mente.
Te invito a que me acompañes en el recorrido.
Tal vez coincidamos en que, para hacer Arte, solo se necesita un corazón latiendo y una mente soñando…
